El Atlético de Madrid del profesor Enrique Sánchez Flores recibió al equipo de Mourinho, el poderoso Real Madrid, quien venía de ganarle 3-1 en el Santiago Bernabéu. En este partido la oncena colchonera estaba indudablemente comprometida en revertir el resultado de ida. El técnico desde el primer minuto se jugó el todo por el todo. Por su parte, el Real Madrid sabía que no iba a ser un equipo fácil ya que ellos eran dueños de casa y que cualquier cosa podría pasar. Es por eso que Mourinho mandó un once clásico y formó con un 4-4-2. Alineó con Casillas en el arco, una línea de cuatro al fondo con Ramos, Albiol, Carvalho y Arbeloa. En la primera línea de volantes como recuperadores Xavi Alonso y Khedira. En otra segunda línea como creadores y como volantes, Di María y Marcelo, donde el argentino se paró tirado a la derecha y el brasileño por la izquierda, empero esta vez no jugando en su posición habitual como marcador izquierdo sino más adelante como un volante –posición que llamó la atención- Como delanteros Özil y Cristiano Ronaldo.
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