domingo, 9 de enero de 2011

Escrito por: Brayan Hurtado
A mis 18 años, he leído, visto y escuchado el declive y ocaso de muchos deportistas. La mayoría de ellos, futbolistas que desde sus inicios pintaban para cracks, empero, terminaron apareciendo más en las páginas de espectáculos que en las deportivas. Todo ello provocado por la clásica indisciplina, con escándalos mediáticos, líos judiciales, embrollos amorosos, entre otros. En el Perú existen muchos precedentes de jugadores con talento innato para el fútbol como Carlos ‘Kukín’ Flores, Mario ‘Machito’ Gómez, Waldir Sáenz y muchos otros que vieron la fama y se obnubilaron al ver sus bolsillos con billetes en lugar de monedas o sus cuentas bancarias con varios ceros más de como empezaron. Otros, llegaron al pico de su carrera y terminaron yéndose al abandono cuando lo creían tener todo -llámese  Hugo ‘Cholo’ Sotil- Pero la indisciplina y problemas de esa índole no solo concierne a nuestro balompié nacional. Es más, esos problemas son solo indicadores de lo que se da en el fútbol mundial. Nadie es esquivo de la tremenda mancha en la carrera del astro argentino Diego Armando Maradona, la terrible dejadez del inglés Paul Gascoigne o Ronaldinho y Adriano yéndose a su libre albedrío en medio de su trayectoria futbolística -solo por nombrar a los más representativos- Sin embargo, hay jugadores a los que la vida y el fútbol, les dan una segunda o hasta una tercera oportunidad.
 Es el caso del italiano Antonio Cassano, un futbolista con una calidad indiscutible dentro del terreno, gran pegada al balón y capacidad única para eludir rivales. Pero, así como lleva el talento a donde vaya, también lleva su falta de doctrina. Problema que quizás ha sido su único atajo para convertirse en un futbolista de gran talla a nivel mundial, y ser respetado y querido en donde vaya.
Nacía un campeón
Antonio ‘Il Bambino” Cassano, nació en Bari (Italia), el 12 de Julio de 1982 en medio de una algarabía enloquecedora, justo y precisamente un día después que Italia derrotase 3-1 a Alemania Federal con goles de Paolo Rossi, Marco Tardelli y Alessandro Altobelli (Paul Breitner marcó el tanto de honor para los germanos) en el Santiago Bernabéu y consiguiera el título del mundo en España 82’, colocando la tercera estrella en su palmarés mundial. Tal vez, sea por eso que Cassano nació para ser un campeón, nació para triunfar y lograr una vida exitosa ligada al fútbol.
“El hombre es bueno e inocente por naturaleza, lo que lo corrompe es la sociedad”, es lo que reza un conocido proverbio, quizás por eso su conocida indisciplina se deba al entorno social en el que fue adoctrinado –dio los primeros puntapiés al balón en una de las calles más peligrosas de Bari- allí fue donde despertó el interés de uno de los ojeadores del club local y lo fichó apenas a los 15 años. Se sabe que Cassano jugando para el club blanquirrojo llenó los ojos de los demás clubes italianos. Recordaremos que en su segundo partido como profesional marco un gol de polentas a nada más ni nada menos que el poderoso Inter de Milán –Gol que sin duda marcó su carrera- El largilucho jovencito que lucía el dorsal 18, recibió un pase en profundidad, pese a que iba a velocidad se dio el lujo de controlarla de taco, se la llevó con la cabeza y luego de romperle la cintura a los zagueros Christian Panucci y Laurent Blanc, definió cruzado, batiendo al meta interista y desatando locura total en Bari (Video del gol al final del artículo). Pero aquel gol solo sería el primero de los 3 que hizo en 27 partidos con el Bari, para luego ser vendido por una cuantiosa cifra (30 millones de euros) a la Roma, donde tendría como mentor a Fabio Capello –técnico que marcaría su carrera y hasta le mencionaría en un libro publicado luego-. En el cuadro romano, Cassano bajaría notablemente el nivel con el cual empezó a mostrarse y aquí empezaron a vislumbrase sus problemas conductuales. Se peleó con sus compañeros de equipo y dicen que solo se hablaba con Francesco Totti.
¿Trampolín a la fama?
 En medio de entredichos, Cassano llegó a dar el brinco de su vida al fichar por el Real Madrid. En el cuadro merengue, luego de unos auspiciosos encuentros primarios, Cassano agarró peso, se puso gordito por llamarlo en el argot popular, y aquí vino otra falla, se peleó con su entrenador, Juan Ramón López Caro y hasta con su entrenador físico. A mi parecer fue aquí donde Cassano perdería la gran oportunidad de ser figura estelar en un equipo que le brindaba esa posibilidad, ya que si hubiese sido disciplinado, hubiese acatado las normas. Hoy, tal vez lo viéramos deslumbrando en el mismo Madrid o quizás en un club de mayor jerarquía. ‘Il Bambino’ volvería a ser dirigido por Fabio Capello en el Real Madrid, para la temporada 2006/07. Ya había perdido algo de peso, pero su aptitud seguía siendo la misma, fue descubierto por unas cámaras de una televisora madrileña mientras discutía las órdenes de su estratega con su compañero Mahamadou Diarrá. Esta sería la gota que derramaría el vaso en tiendas merengues –Fue apartado del equipo, para luego ser devuelto a su país en calidad de préstamo al Sampdoria.
En su nuevo club es donde Cassano, empezaría a poner las barbas en remojo y a cuestionarse sus malas aptitudes y actitudes. Roberto Donadoni, su técnico de entonces solo tuvo palabras loables hacía él “Cassano ha vuelto a la categoría de los futbolistas de los que sabes qué pueden hacer. Lo que haya hecho en el pasado pasa a un segundo plano”. Tuvo unas buenas temporadas con la Sampdoria, hasta que saldría a relucir nuevamente sus ‘cassanatas’ -como habían bautizado a sus indisciplinas- En el partido ante Torino, Cassano marca el empate, su emoción le hace patear el banderín y es amonestado con cartulina amarilla, luego el partido se calentó más de lo común y Cassano tras increpar al árbitro, es expulsado. El italiano le lanzó la camiseta al juez y lo retó a verse las caras terminando el partido. Tras el incidente, Antonio seguiría manteniendo un nivel relativo en su club.
De cara al futuro…
Con la Selección Italiana, ‘Il Bambino’ no ha reeditado lo hecho en sus últimos clubes –no se le han conocido casos de indisciplina similares- ha sido internacional 19 ocasiones, anotando 5 goles y ha participado en la Euro 2004 y Euro 2008. Se perdió el mundial de Sudáfrica tras encontrarse en una lesión. Como menciono párrafos arriba, el fútbol como la vida misma te ofrece nuevas oportunidades. Cassano no sería la excepción. El AC Milán, fue quien le extendió la mano y lo jaló a un club donde podría desplegar mejor su fútbol, mostrarse más en torneos internacionales y volver a ser una estrella en la constelación del fútbol mundial. Debutó extraoficialmente en un amistoso en Emiratos Árabes. Milán se impuso 1-2 al Al Ahli, un cuadro local. Oficialmente lo haría el 6 de enero  ante el Cagliari. Ingresó en sustitución de Merkel al 29’ del epílogo del partido, solo le bastaron diez minutos en el campo para que diera una asistencia a Strasser y éste pusiera el único tanto del encuentro, manteniendo al Milán como líder una fecha más y haciéndolo Campeón de Invierno  
Ya está dicho. Il Bambino ha vuelto. Depende de él hacer goles maravillosos como en sus inicios, hacer grandes campañas como cuando estaba en Roma o Sampdoria y mantener un nivel superlativo al resto de jugadores. Tiene 28 años, aun mucho camino por recorrer. Depende solamente de él transitarlo con mesura, con disciplina y orden táctico, si lo hace, sin duda gozaremos del mejor Cassano de todos. El Cassano que solo se dedica a romper cinturas e inflar redes. El Cassano que es… Il Bambino de Oro. Cerrado.

                                                                                   Crédito video: Momba1