domingo, 26 de junio de 2011

Escrito por: Brayan Hurtado (@JackHurtado)

Once gritos mezclados al unísono, la autoridad vestida de negro alzaba los brazos y de un silbatazo entrecortado, proclamaba campeón a Uruguay por primera vez en su historia, en 1916 –mucho antes que existiera siquiera la primera copa del mundo- Desde entonces el antiquísimo torneo sudamericano significa mucho más que una disputa futbolística en países de nuestro continente. La justa, connota un choque de pasiones, un duelo de sentimientos y orgullos por el país que te vio nacer. Han pasado 95 años del cetro conquistado por los charrúas y hoy las expectativas se mantienen intactas. Sendos fanáticos esperan ansiosos una nueva edición del torneo continental de selecciones más antiguo y del mundo.

La competencia ya no se llama “Sudamericano”, ahora es “Copa América” a secas. Ya no son 10 las naciones que bregan con el afán de sostener el preciado trofeo de casi 15 kilos, ahora son 12 los países concursantes con dos curiosos invitados de continentes vecinos. Ya no se deja retazos de pantalonetas, pedazos de camisetas, trozos de medias o hasta las mismas muelas dentro del gramado, ahora los deportistas –en su mayoría metrosexuales- van tímidos a cabecear el balón por miedo a desarreglar sus costosos peinados.

Muchas cosas han cambiado desde la década del 10’, empero las esperanzas de los que van al estadio o de los que sentados frente a los televisores gritan intentando que al otro lado de la pantalla los escuchen. Están perennes y lo estarán cada tres años.

De campeones a campeones…

La historia no miente, los más ganadores en estos certámenes fueron uruguayos y argentinos. Ambos países albicelestes ostentan en sus estanterías 14 copas cada uno. La selección del sol naciente ha hecho que cracks de la talla de Diego Armando Maradona, Mario Alberto Kempes, Oscar Ruggieri, Gabriel Omar Batistuta, entre otros, puedan disfrutar de este evento e incluso gritar campeón una que otra vez. Recordar que Argentina es la única selección que se proclamó campeona tres veces consecutivas en 1945, 1946 y 1947. Por el lado uruguayo, las 14 copas son prueba irrefutable de su garra y entrega al momento de saltar al césped. Los charrúas característicos por un coraje bárbaro por los colores patrios también tienen tres mundiales ganados a cuestas que lo ponen como principal favorito de cualquier competencia.
Como no mencionar a los brasileños, que pese a tener solo 8 copas ganadas, son el mounstruo que todos quieren evitar e infligen temor adonde quiera que vayan. Tienen una calidad inconmensurable en todos los deportes y el fútbol es el padre de ellos. De ganar la actual Copa América, brasileños igualarán el record de Argentina, en tres campeonatos consecutivos ¿Se quedarán con las ganas?

En la gloria, peruanos.

Nuestro país no es ajeno a esta magna competición. Los peruanos hemos alzado la presea en dos ocasiones. La primera en 1939. ¿Quieren transportarse? Luego de realizar una memorable campaña en las olimpiadas de Berlín 36’, goleando a Escocia 7-1 y doblegando a Austria 4-2, teníamos todas las opciones de llevarnos la medalla de oro. Pero en esa época un tirano que eliminaba judíos a diestra y siniestra hacía de las suyas y se inmiscuía hasta en temas deportivos. Es así, que Adolf Hitler, impugnó el partido donde derrotamos a los austriacos y ordenó que se juegue de nuevo, aduciendo que un puñado de hinchas peruanos se aglomeró en el terreno de juego. Perú no aguantó injusticias y se retiró del torneo con la frente en alto. Solo tres años después tendrían premio. El grupo liderado por el ídolo crema, Teodoro ‘Lolo’ Fernández pusieron en zozobra a cuanto rival se les cuajó en el ahora remodelado Estadio Nacional. Ahí también estaban: El ‘Mago’ Valdivieso, Honores, Chappel, Quispe, León, Tóvar, Castillo, Perales, Parró, Pasache, Larios, Magallanes, Ibáñez, Alcalde, Paredes, Socarraz, Bielich, Reyes y Baldovino. Hoy todos ellos están jugando en el cielo del fútbol.

La gesta de 1975 tuvo un sabor especial. Perú llegaba de hacer una excelente campaña en el mundial de México 70’ y los que tienen más de 50 años pueden recordar la algarabía y la euforia que se vivió en calles limeñas, cuando mujeres embarazadas salían con olla y cucharón en mano vociferando la pegajosa polca del Perú Campeón: “Con Rubiños en el arco, la defensa es colosal, Gonzales Orlando La Torre, Nicolás Fuentes y Chumpitaz. Challe, Miflin y Cubillas y el gran ‘Perico’ León. Baylón y Alberto Gallardo, completan la selección”. Solo cinco años luego de la participación mundialista, la selección liderada por el técnico Marcos Calderón, quien perdiera la vida en el mar de Ventanilla en el fatídico accidente del Fokker de Alianza Lima en 1987, venció al rival de turno, hasta que tuvo en frente a Brasil. En Belo Horizonte con magia del ‘Loco’ Casaretto y Juan Carlos Oblitas, ganaron 3-1. En Lima la historia fue otra, los brasileños nos devolvieron la moneda y nos vencieron 2-0. El pase a la ansiada final se tenía que definir por sorteo. Cuenta la leyenda, que la nieta del presidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol –que era peruano- tuvo que elegir la bolilla que tenía el nombre del finalista. Y apareció la ‘criollada’ peruana. Dicen que una de las pelotillas estaba helada, eso llevo a la niña a cogerla y llevar a Perú a la finalísima.  Colombia nos esperaba, un hueso duro de roer. Ganamos 1-0 en nuestro terruño y caímos 2-0 en Colombia. Tuvimos que ir a un partido en terreno neutral. Así. Venezuela fue cómplice y testigo de nuestra segunda copa, al derrotar por la mínima diferencia a los cafeteros.

Año 2011, la tinta del libro sagrado se derrite y la historia se vuelve a escribir de nuevo. Llegó un hechicero sin capa ni sombrero de mago, pero con la esperanza de casi 30 millones de peruanos a cuestas. Y es que el fútbol –para los fanáticos- es un sentir que te puede aliviar dolores carnales, hacer olvidar tus problemas o simplemente relajarte. Un triunfo peruano revitaliza al país y hace ver con otros aires el día a día. Repito –para los fanáticos- ¿Cómo llegamos a Argentina? Nuestros mejores referentes, Juan Manuel Vargas, el ‘loco’ que pone de vuelta y media a su selección y bromea con la prensa está pendiente de un hilo. No se sabe si llegará al partido inaugural o si lo verá en la tribuna.

Por otro lado, Claudio Pizarro, ídolo y estrella en Alemania, no se puede sacar el clavo y reeditar todo lo hecho en tierras germanas en su patria, una lesión lo sacó de la copa. Leao Butrón, nuestro portero más experimentado regresa de una férrea lesión y no se sabe si estará del todo bien. ¿Muchos factores negativos, verdad? Empero si algo es cierto, es que los peruanos nos la arreglamos en las situaciones más difíciles y cuando tenemos todo los muros en contra, es cuando los brincamos con el doble de ímpetu y salimos adelante. Porque mientras más difícil es la prueba, más grande es la recompensa. Aquí un dato no apto para escépticos. Cuando campeonamos en 1939 tuvieron que pasar 36 años para hacerlo de nuevo en 1975. ¿Cuántos años han pasado desde 1975 a la fecha? Otros 36. En 1939 nos gobernaba el militar Oscar Benavides. En 1975 el militar Juan Velasco Alvarado. ¿Y ahora? Y los datos, datos son. Está en el corazón, esfuerzo y mentalidad de los peruanos el conquistar la tercera copa y hacer que volvamos a entonar a viva voz el “Perú Campeón” y sellar así un final feliz de la historia: Había una vez, una copa. Cerrado.

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